Bueno, como ya mencionamos en previos posts, es tradición que cada fin de año (no literalmente el último día, a veces antes XD) Mr. Von Drake y yo mismo despidamos al año que agoniza con una partida. Así, sin importar lo ocupados que hayamos estado, estemos, o cualquier otra tribulación que nos carcoma el chereeeeeebro, podemos tener un momento para decirle adios a los últimos 365 días como debe hacerse: disfrutando con los colegas.
El caso es, que hasta antes de esta fecha que nos atañe lo cierto es que puedo dar "fe" de algunas partidas de Warhammer, de Blood Bowl, y puede que de Warmachine (aunque de esta última no estoy seguro) pero no de la cantidad, con lo que no estoy mu seguro de qué edición toca este año ¡oh cruel destino cuando las cámaras de foto y/o los blogs no dejaban constancia de tus hechos! (o se te olvidaba apuntarlos a ti X_D). Calculo (y si no lo establecemos ahora :P) que antes de 2011 habíamos jugado 3 años al menos (seguramente más, pero prefiero pecar de quedarme corto que no), con lo este año sería ya la 6ª edición de estos duelos.
Coño, cómo pasa el tiempo.
En fin, aquí os dejo la lista de eventos para que el Darker del futuro tenga documentación en la que basarse XD:
20??: (desconocidos, sobre tres duelos)
2011: Blood Bowl Team Manager
2012: Blood Bowl Halfings vs Nigromantes
Y llegamos pues al 2013, año en el que, ya que lo estrenamos, decidimos jugar una partida a este juego futurista llamado Dreadball. El enfrentamiento, que presenció el debut de los Teratones de un servidor (recién regalados por el otro jugador XD) versus los veteranos (o algo XD) Forge Fathers de Wolf transcurrió como pueden leer a continuación (las fotos no son gran cosa, pero fueron echas con un móvil XD). También se estrenaba el nuevo y flamante campo de este su seguro servidor:
El duelo findeañero, en el estadio de los Enanos (aquí quién empieza importa) comenzó como suele suceder, con los paticortos avanzando a media velocidad (pa ellos es corriendo) hasta las líneas Teratón que les esperaban atrás, conocedoras de que aunque ellos fuesen más grandes la fuerza de los enanos no era de subestimar. Pronto se demostró, cuando en un ataque combinado uno de los poderosos reptiles fue tumbado por un Defensa Enano con muy malas pulgas. El hueco así realizado no tardó en ser aprovechado por el Striker enano, que usando una carta avanzó y anotó el primer punto del encuentro.